Vigo: La puerta de huida nazi

Por Eduardo Rolland

 

A finales de 1944, altos cargos de la Alemania nazi diseñan una operación para salvar su vida. Los aliados han liberado París y desembarcan en Italia, mientras la Unión Soviética aplasta a la Wehrmacht en el Este. Ya sólo Hitler cree en la victoria del III Reich. En julio, un grupo de oficiales atenta contra el führer con una bomba en su búnker de Prusia Oriental, en un intento de que su muerte pare la guerra. Otros nazis, más pragmáticos, sólo piensan en huir. Y crean una red para escapar hacia América a la que el novelista Frederic Forsyth llamó "Odessa" y que el centro Simón Wiessental bautizó como "la ruta de las ratas". Esa operación señaló un punto en el mapa de Europa: Vigo, desde cuyo puerto huirían, tres años después, decenas de los más sangrientos criminales de guerra nazis.

La importancia de Vigo en "Odessa" era hasta ahora una sospecha. Pero la acaban de confirmar documentos desclasificados en junio por el Ministerio del Interior de Argentina, donde se recogen las fichas de inmigración de nazis como Joseph Mengele, Klaus Barbie, Klaus Altmann, Otto Pape o Walter Kutschmann. Sus nombres falsos, los puertos desde donde embarcaron, sus profesiones en tierra y sus lugares de residencia aparecen en los archivos hasta ahora secretos. Y Vigo surge, una y otra vez, como base de operaciones de la "ruta de las ratas".

Un caso paradigmático es el del "ciudadano vigués" Ricardo Olmo, quien residió en Vigo desde 1945 hasta que, en diciembre de 1947, embarca en el crucero "Monte Amboto", de la naviera Aznar, y emigra a Buenos Aires. Este hombre era, en realidad, el criminal de guerra nazi Walter Kutschmann, jefe de la Gestapo en Polonia, autor material en 1943 de una matanza de 1.500 judíos y responsable policial de campos de exterminio como Auschwitz, Lublin o Treblinka.

El desplome del III Reich coge a Kutschman en Francia, por lo que, en lugar de regresar a Alemania, donde le esperaría la justicia de Nuremberg, cruza los Pirineos y llega a España, país que conoce bien, ya que en 1937 peleó junto a las tropas de Franco con las unidades de la Luftwaffe de la Legión Cóndor.

La red "Odessa" en España lo acoge y, gracias a su dominio del español, le facilita una documentación falsa. Kutschmann pasará en 1945 a llamarse Pedro Ricardo Olmo Andrés, nombre que corresponde a un religioso de Ciudad Real fallecido un año atrás. Su inconfundible acento germano se debe a la labor misional que ha desarrollado en Suiza.

El criminal se instala en Vigo, donde el III Reich tenía una notable red de espías y de simpatizantes, tolerada por el gobierno amigo de Francisco Franco.

De 1939 a 1943, el puerto vigués ya había sido escala clandestina de los submarinos de bolsillo del almirante Doënitz. Varias casas de la ciudad daban cobijo a los oficiales de los sumergibles, mientras buques cargueros fondeados en medio de la Ría abastecían a los U-boot.

En esta red, participaba el mismo Colegio Alemán, en la calle General Aranda, auténtica "embajada nazi" que, en 1949, sería decomisado por los Estados Unidos, dentro de las indemnizaciones de guerra.

Amparado por el entramado nazi en la ciudad, el "vigués" Ricardo Olmo espera más de dos años antes de encontrar un destino más seguro. El régimen de Franco, que ha cambiado sus alianzas, no desea ser visto como un refugio de criminales nazis.

Se desconoce a qué actividad se dedicó Olmo en sus dos años en Vigo. Posteriormente, en Argentina, sería directivo de la empresa Osram, por lo que pudo estar vinculado al sector eléctrico. Pero, es posible que no hiciese nada, como Joseph Mengele, que estuvo oculto en Italia hasta su partida de Génova hacia Argentina en 1949. Las riquezas con las que muchos nazis se exiliaron en España, unidas al entusiasmo de sus anfitriones, permitirían a estos prófugos vivir con desahogo.

De 1945 a 1947, aparecen por la ciudad otros oficiales del III Reich, como Erich Mueller, alto cargo del Ministerio de Propaganda, Friedrich Rauch, oficial de las Waffen-SS, o Fridolin Futh, jefe de la Gestapo en Francia. La red "Odessa" busca fórmulas para que embarquen en los trasatlánticos que, diariamente, zarpan rumbo a América. Pero, para ello, necesitan identidades creíbles y, sobre todo, un país dispuesto a colaborar.

La solución llega en junio de 1946, cuando Juan Domingo Perón asume la presidencia argentina. En una operación secreta, cuyos documentos se hicieron públicos el pasado junio, el nuevo presidente decide acoger en Argentina a los nazis huidos. Un informe del Centro Wiessental de Buenos Aires y el libro de investigación "La auténtica Odessa", del periodista argentino Uki Goñi, relatan esta política de Perón de apertura a los nazis huidos.

Pero el trabajo histórico más minucioso sobre la operación argentina lo relizó el profesor Hodger Meding, de la Universidad de Colonia (Alemania), que en su obra "Un santuario sudamericano", relata el curso de "Odessa" entre Europa y Buenos Aires. Meding confirma la importancia de Vigo en la red de evacuación nazi: "Aunque algunos utilizaron el puerto de Génova, la mayor parte de las reservas salían por el puerto de Vigo, en España", escribe el historiador alemán.

Pero volvamos a Walter Kutschmann o, como se le conocía en Vigo, Ricardo Olmo. Oculto por la red nazi de la ciudad, la noticia de Argentina precipita los acontecimientos y "Odessa" se pone en marcha de forma masiva.

Los criminales nazis reciben pasaportes y se seleccionan trasatlánticos para la evacuación, que será escalonada, para no despertar sospechas. Y todo el dispositivo se centraliza en Vigo. Las más de 1.500 fichas argentinas de inmigración desclasificadas este año muestran que desde el puerto vigués salió toda la primera oleada de alemanes, en los años 1947 y 1948. El puerto de Génova, sin duda menos seguro, en una Italia controlada por los aliados, no empezará a utlizarse como partida hasta 1949.

De Génova zarpará Joseph Mengele en 1949, en el vapor Norim Kim, bajo la identidad de Helmut Gregor. Y Clauss Altmann no podrá ser evacuado desde Italia hasta 1951, después de seis años escondido. Así que Vigo, el puerto más seguro, en un país que aún simpatiza con los nazis, se convierte en la base de "Odessa".

Ricardo Olmo recibe a finales de 1947 los pasajes para el santuario sudamericano. A las diez de la mañana del 20 de diciembre, Walter Kutschmann, disfrazado con atuendo religioso, embarca en el Monte Amboto, en la Estación Marítima.

Una pequeña noticia en primera página en Faro de Vigo cuenta ese día: "Excesivo calor en Buenos Aires: La temperatura de la capital Argentina ha alcanzado hoy 39 grados, siendo el día más caluroso del actual verano". ¿Mera casualidad? ¿Una clave para la operación?

Walter Kutschmann llega a Buenos Aires el 16 de enero de 1948, bajo su identidad viguesa y declara en su ficha que llega "por asuntos misionales". Pronto se instalará en el país, manteniendo su identidad de Ricardo Olmo. Trabajará para la firma Osram. Por curiosidades de la vida, su mujer, Geralda Baeumler de Olmo, a la que conoció en Argentina, terminará siendo denunciada en ese país por crear una empresa "Protectora de animales" que ofrecía cámaras de gas a las perreras para eliminar a los perros enfermos, en lugar de acogerlos.

Años después, en 1975, el "caza nazis" Simón Wiesenthal descubrió que Ricardo Olmo era Walter Kutschmann y lo denunció en Viena. Huido hasta 1985, fue detenido por la Interpol para ser juzgado en Alemania. Murió de un infarto en 1986, en cautiverio, a punto de ser extraditado.

En el recuerdo del criminal, quedaría la memoria de Vigo, la capital de una operación "Odessa" que llevó a América a cientos de nazis.

 

Los nazis que se quedaron a vivir en Vigo

No todos los nazis que llegaron a Vigo para ser evacuados en la operación Odessa, conocida también como "La tela de araña", zarparon rumbo a América desde la Estación Marítima. Algunos se quedaron. Así, en Nigrán residía un alemán que había participado en la II Guerra Mundial y había huido tras la contienda. Existen en la ciudad testimonios de otros militares nazis que se quedaron a vivir aquí.

El cambio de nombres y el sigilo que rodeó siempre a estos nuevos vigueses han impedido saber el alcance del número de alemanes que se asentaron en Galicia. Algunos, terminaron por desplazarse a Portugal, en pleno salazarismo.

Antes del fin de la guerra, ya residían en Vigo unas cuarenta familias alemanas que, por patriotismo, ayudaron a sus conciudadanos.

 

El doctor Mengele salió de Génova y no de Vigo

Los documentos desclasificados por Argentina revelan que uno de los criminales de guerra más buscados, el doctor Joseph Mengele, llegó a Buenos Aires el 20 de junio de 1949, a bordo del vapor "Norim Kim", bajo el nombre falso de Helmut Gregor.

En su ficha, se le señala como profesión "mecánico" y, en el apartado "defectos" se señala curiosamente "ninguno".

El llamado "Ángel de la muerte", autor de terribles masacres en campos de concentración, en los que experimentó con los propios presos en crueles operaciones sin anestesia, entró libremente en Argentina, procedente de un puerto italiano: Génova.

La documentación desmiente una creencia generalizada: Que Joseph Mengele estuvo en Vigo y que zarpó de este puerto rumbo a América.

El alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, estudioso de la II Guerra Mundial, ha publicado en varios trabajos que Mengele zarpó del puerto vigués. Su ficha de inmigración argentina (que se reproduce a la izquierda) desmiente este dato y revela que el médico nazi hubo de salir de Génova. Lo hizo, además, dos años después de que Vigo ya fuese un puerto operativo para la operación Odessa. De la Estación Marítima partieron los primeros criminales nazis en 1947, mientras que en Italia, donde los aliados mantenían un férreo control, se evacuó a los prófugos de 1949 a 1951.

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